Psicoanalisis en el caos
Pensar en el caos nos impulsa a la aventura de enfrentar la incertidumbre. Lo bordeamos a través de su definición etimológica, de mitologías, de las teorías científicas, desde el arte o desde lo profano. La teoría del caos se relaciona con las ciencias del devenir, con la física del no equilibrio. Intenta dar
cuenta de la complejidad, de los sistemas abiertos e inestables, no lineales, de carácter impredecible, en los que la coincidencia y simultaneidad de los elementos interactúan en la dinámica de los procesos.
En estos sistemas los acontecimientos pueden producir efectos inesperados. Todo hecho social o natural, por pequeño que sea, tiene la potencialidad de devenir un punto de bifurcación de alternativas superadoras o de una evolución caótica. Las formulas de la modernidad no son suficientes. Se requieren nuevos conceptos, técnicas, sistemas de representación de la realidad y nuevas bases epistémicas y filosóficas.
Proliferan las preguntas y la verdad se reduce a verdades contingentes. Frente a la complejidad de lo real, fue necesario renunciar a la certeza, a la búsqueda de exactitud, a la causa, al origen. Nacida en el corazón mismo de las llamadas ciencias exactas, la teoría del caos, ha sido extrapolada a otros ámbitos del conocimiento. Campos estos, que se reconocen hoy interconectados y con la necesidad de establecer nuevos vínculos entre disciplinas. Arte, cultura y ciencia se relacionan creando una nueva realidad, semejante a los universos borgeanos o kafkianos, donde lo paradójico y laberíntico tienen un lugar protagónico.